Parte 3 de 3: La meditación en tu vida diaria


1
Practica la concentración en tu vida diaria. La meditación no tiene que limitarse a las sesiones en las que la practicas, también puedes practicar la concentración que ésta implica en tu vida diaria.
  • Por ejemplo, en momentos de tensión, intenta tomarte unos cuantos segundos para enfocarte únicamente en tu respiración y despejar tu mente de cualquier pensamiento o emoción negativa.
  • También puedes practicar esta concentración mientras comes, siendo consciente de la comida y de las sensaciones que experimentas mientras comes.
  • Sin importar lo que hagas en tu vida diaria, ya sea sentado frente a una computadora, o barriendo el piso, intenta concentrarte en los movimientos de tu cuerpo y cómo te sientes en ese momento. Esto significa vivir conscientemente.
2
Lleva un estilo de vida saludable. Un estilo de vida saludable puede contribuir a que realices sesiones de meditación más efectivas y con mayores beneficios; así que intenta comer sano, hacer ejercicio, y dormir mejor. Además debes evitar ver mucha televisión, beber, o fumar antes de meditar, ya que estas actividades pueden nublar tu mente y no permitirán que logres el nivel de concentración necesario para una buena meditación.

3
Lee libros espirituales. Aunque no es para todos, algunas personas consideran que leer libros espirituales y escrituras sagradas puede ayudarlos a entender con mayor profundidad la meditación y a esforzarse por encontrar la paz interior y el entendimiento espiritual.
  • Algunos libros con los que puedes comenzar son La mente despierta: Cultivar la sabiduría en la vida cotidiana del Dali Lama, La naturaleza de la realidad personal de Jane Roberts, y One-Minute of Mindfulness (Un minuto de conciencia) de Donald Altman.
  • Si deseas, puedes tomar algunos mensajes de sabiduría que te impacten de algún texto espiritual o sagrado y reflexionar sobre este durante tu siguiente meditación.
4
Asiste a clases de meditación. Si no estás seguro de cómo comenzar cuando meditas en casa, asistir a clases de meditación guiada con un profesor experimentado puede ser una buena idea.
  • Existen clases de la mayoría de tipos de meditación, pero también puedes ir a un retiro espiritual donde tendrás la oportunidad de probar diferentes tipos de meditación y ver cuál es el mejor para ti.
5
Intenta meditar a la misma hora todos los días. Es importante que hagas un esfuerzo por realizar tu práctica de meditación a la misma hora cada día. De este modo, la meditación se convertirá rápidamente en parte de tu rutina y sentirás sus beneficios con mayor profundidad.
  • Las primeras horas de la mañana son las mejores para meditar, antes que tu mente se sumerja en la tensión y preocupaciones del día.
  • No es buena idea meditar justo después de comer, ya que podrías sentirte incómodo, lo que interferirá en tu concentración.
6
Piensa que la meditación es un viaje. El propósito de la meditación es calmar la mente, lograr la paz interna y, con el tiempo, alcanzar una dimensión espiritual mayor, con frecuencia simplemente entendida como el ser.
  • Sin embargo, es importante tomar en cuenta que puede tomar años de práctica lograr el nivel de conciencia que experimentan los yoguis y los monjes. Esto no es tan importante.
  • La meditación es un viaje, similar a escalar una montaña, donde cada paso que des en el sendero a la iluminación te llevará más cerca a la cima.
  • Cuando comiences, no deberás sentirte muy preocupado por la calidad de meditación. Siempre y cuando te sientas más calmado, más feliz y con más paz al final de la práctica, sabrás que tu meditación fu exitosa.

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